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1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

2) Esa misma tarde fui a las oficinas de Air France a comprar un pasaje de ida y vuelta a Lima, y luego pasé por la Unesco a explicarle al señor Chames que debía tomar unas vacaciones forzosas. Cruzaba el hall de la entrada cuando me di con una elegante señora, ___33___ (envolverse) en una capa negra, que me quedó mirando como si ___34___ (conocerse, nosotros).

— Vaya, vaya, qué chiquito es el mundo —me dijo, acercándose—. ¿Qué haces tú por acá

— Trabajo aquí, de traductor —alcancé a pronunciar, totalmente ___35___ (desorientarse) por la sorpresa. Era ella, pero había que hacer un gran esfuerzo para reconocer en esa cara tan bien maquillada, a la camarada Arlette.

— ¡Cómo ___36___ (cambiar) desde la última vez! —le dije, mirándola de arriba abajo—. ¿___37___ (Hacer) como tres años, no

— ¿Cambiar para mejor o para peor —me preguntó, totalmente dueña de sí misma, ___38___ (dar) media vuelta de modelo con las manos en la cintura.

Para mejor —reconocí, sin reponerme todavía de la impresión—. La verdad, estás lindísima. ___39___ (Suponer) que ya no te puedo llamar camarada Arlette la guerrillera. ¿Cómo te llamas ahora

Ella ___40___ (reírse):

— Ahora llevo el nombre de mi marido, como se usa en Francia: madame Robert Arnoux.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.

1) En esos comienzos de los años sesenta París vivía la fiebre de la Revolución cubana y pululaba (到处都是) de jóvenes venidos de los cinco continentes que, como Paúl, cocinero titular del México Lindo, __21__ (soñar) con repetir en sus países la gesta (丰 功伟绩) de Fidel Castro.

Nos hicimos amigos en un cafecito. Paúl, al enterarse de mis apuros, me propuso echarme una mano en cuanto a la comida. Me dijo que, a las diez de la noche, __22___ (pasar, yo) por la puerta falsa del restaurante y que me ___23___ (ofrecer, él) «un banquete gratis y caliente», algo que ___24___ (hacer) ya con otros compatriotas (同 胞).

___25___ (Tener, él) unos veinticuatro o veinticinco años a lo más, y ___26___ (andar)siempre con una gran sonrisa en la boca. Además de esos encuentros en la puerta de servicio del México Lindo, solíamos ___27___ (reunirse) también, al mediodía, para tomar un café y contarnos nuestras aventuras Las mías eran exclusivamente múltiples intentos para conseguir un trabajo. Y las de él, en los preparativos de la revolución que ___28___ (convertir) el Perú en la segunda república socialista de América Latina. Un día en que me ___29___ (preguntar) si me interesaría ir con una beca a Cuba a recibir instrucción militar, le dije que aunque tenía toda la simpatía del mundo por él, la política no me interesaba lo más mínimo y todas mis ilusiones estaban basadas en conseguir un trabajito estable que me ___30___ (permitir) pasar el resto de mis días en París. También le dije que no se le ocurriera contarme nada de sus conspiraciones (阴谋):

— No quiero vivir con la angustia de que ___31___ (escaparse) alguna información de mi boca.

— No ___32___ (preocuparse). Tengo confianza en ti.

Me la tenía, en efecto, y tanta que me contaba todo lo que hacía para los preparativos revolucionarios.